El
diario de Mia
Capítulo
7
Un
paseo por las nubes
Sábado 27 de Agosto de
2011
Y aquí estamos de nuevo Ethan y yo, listos para ir a Aspen
en el avión de mi hermano, después de la sorprendente invitación que nos hizo
en la madrugada. Fue una suerte que aun estábamos en el club con Ethan y no nos
hubiéramos ido a dormir más temprano. Elliot, Kate e Ethan pasaron a recogerme
temprano para irnos a Sea-Tac, allá nos encontraremos con Christian que espera
sorprender a Ana.
“Hola hermanita,” Me saluda Elliot mientras toma mi maleta.
“¿Has avisado a papá y mamá de que vamos a salir de viaje con Christian y Ana?”
“Claro que sí, no me iría a ninguna parte sin avisarles.” Y
pongo mi mejor mueca de enojo, sin lograr engañar a Elliot ni por un instante.
“Vamos, Kate y Ethan nos están esperando en el coche.”
Y en cuanto mi hermano abre la puerta ahí está él, el hombre
con quien sueño todas las noches y hasta despierta lo hago, no puedo evitarlo,
me derrito en cuanto lo veo. No sé qué tiene, que no puedo evitar sentirme así,
estoy atrapada como una mariposa en una red, no tengo escapatoria.
“Hola Princesa, buenos días, te ves hermosa esta mañana.” Me
dice sonriéndome y no puedo evitarlo, siento que me sonrojo hasta la raíz de mi
cabello. “Bueno, tu siempre te ves hermosa.”
“Hola Ethan, buenos días, muchas gracias por el cumplido, la
verdad no quiero ni pensar en cómo me veo a causa de la falta de sueño.”
“Hola Kate,” saludo a la novia de mi hermano con un beso
rápido en la mejilla y ella me responde de la misma manera. No sé porque la
relación entre Kate y yo no ha pasado de ser simplemente cordial, sé que mi
hermano está muy enamorado de ella, y se nota que ella lo está de él, pero no
sé, no terminamos de hacer click.
Después de dejar mi maleta en el maletero del coche Elliot
se sube y escandaloso como siempre dice,
“Todos listos, nos vamos a Aspen!”
Y Kate por supuesto no puede quedarse callada comienza, “A
que se debería este viaje tan repentino a Aspen, no lo entiendo. Lo último que
supe de Ana fue que Christian estaba furioso, con ella y por supuesto conmigo,
por haber salido a tomar unos tragos a un bar en lugar de habernos quedado en
casa el jueves.”
“Kate déjalo así,” contestó Elliot. “Seguramente Christian
quiso sorprender a Ana, ya hemos hablado de lo del jueves, por favor no remuevas
más las cosas, Christian nos está invitando y quiero que pasemos el fin de
semana en paz, tal vez hasta podamos divertirnos un poco, ¿está bien? Deja las
suspicacias en Seattle y vámonos a Aspen tranquilos, me quiero relajar. Además,
por si no te has enterado lo que pasó en casa de mi hermano fue un asunto
serio, Kate, por favor.”
Y mi hermano, me mira a través del espejo retrovisor de su
coche y a pesar de los lentes oscuros siento su mirada que dice ‘cierra el
pico, no hagas ningún comentario’, la atmosfera en el coche es muy densa, sin
duda las cosas entre Kate y Elliot no están en su mejor momento. Creo que Ethan
también se ha dado cuenta porque me toma de la mano y me planta un beso en la
palma, como queriendo darme a entender que me relaje que él está aquí para mí.
Taaaan dulce.
Por fin llegamos al aeropuerto y Ethan y yo salimos pitando del coche antes
de que arda Troya, y nos subimos al avión a esperar a mi hermano y cuñada.
Ellos llegan poco tiempo después y no me cabe la menor duda de que Ana está
sorprendida, sorprendida y feliz. Si ha habido algún problema entre ellos
porque Ana salió con Kate creo que se ha superado con éxito, y me alegra mucho
por ellos. Jamás vi a mi hermano tan feliz y espero que así sigan las cosas.
Pero luego los sorprendidos somos todos nosotros. Christian
toma a Ana y la levanta sobre su hombro y pasa delante de nosotros, creo que es
algún tipo de broma porque él va sonriendo ampliamente, sin darle importancia a
las protestas de Ana. Elliot, Kate y yo también estamos riéndonos a carcajadas,
Ethan no puede evitar la sorpresa y los mira boquiabierto, aunque también creo
que le causa gracia el espectáculo que están dando los tortolitos.
Poco después vuelven los recién
casados y Elliot se burla de ellos, por el rápido servicio a bordo, Ana lo
ignora y nos saluda a todos cariñosamente antes de prepararse para el despegue.
Así que Aspen, allá vamos.
Estoy emocionada porque es mi
primer viaje con Ethan, creo que él también lo está, durante el vuelo
conversamos de todo un poco, aunque anoche salimos hasta tarde, siempre tenemos
tema de conversación, es como si no nos hubiéramos visto hace años y tuviéramos
que ponernos al día. Los demás están conversando aparentemente de lo ocurrido
el jueves en casa de Christian, la verdad no tengo mayor interés en ese tema,
me aterra pensar que alguien quiera hacerle algún daño a mi hermano y a su
esposa, sin duda hay gente que debería buscar mejor en que ocuparse que no sea
molestar a la gente de bien.
Una vez llegamos a Aspen nos
espera una minivan, así que nos subimos rápidamente y comenzamos nuestro
trayecto a la casa que mi hermano tiene aquí. Es una casa hermosa y muy bien
ubicada, sin duda Christian se esfuerza siempre por tener lo mejor de lo mejor,
ha trabajado muy duro para tener todo lo que posee ahora y yo no podría estar
más orgullosa de él.
Cuando vamos en camino Ethan me
cuenta que él y su familia solían venir en invierno a esquiar, es otra
coincidencia más, nosotros también veníamos regularmente, aquí aprendimos mis
hermanos y yo a amar el deporte, nos encantaba venir. Es la primera vez de Ana
aquí, así que espero que la pase bien y sea un recuerdo memorable para ella,
aunque no podremos esquiar, igual creo que volveremos en el invierno, sin duda
volveremos.
Cuando llegamos a la casa salto
del coche y tomo la mano de Ethan, la señora Bentley nos está esperando en la
puerta, así que corro a saludarla y a presentarle a Ethan y Kate mientras
Elliot ayuda a Taylor a bajar el equipaje y Christian toma a Ana en sus brazos
para cruzar el umbral de la puerta, taaaan romántico.
En cuanto entramos tomo a Ethan
de la mano y quiero mostrarle la casa y que elijamos las habitaciones que están
juntas, así podremos pasar más tiempo a solas y con suerte eso anime a Ethan a
un poco de acción, me estoy comenzando a aburrir de este plan de ‘solo amigos’,
aquí tiene que pasar algo así que estoy dispuesta a darle una ayudadita a mi
príncipe azul.
Poco después del almuerzo
comenzamos a discutir sobre los planes para la tarde, aunque sin duda tengo
algunas cosas en mente para hacer en la noche.
Mientras mira por la ventana
Kate dice, “Oh, no!”
“Allá va nuestra caminata,”
contesta Elliot, mientras todos miramos la lluvia que comienza a caer.
“Podríamos ir a la ciudad,” Me
encantaría ir de compras aquí en Aspen, no había venido desde que me fui a
Paris y hay que recuperar el tiempo perdido. Ethan me da una de sus sonrisas de
mil mega watts y me quedo viéndolo fijamente, Dios, que guapo es, y es solo
para mí, bueno eso espero.
“Clima perfecto para pescar.”
Dice Christian.
“Yo iré a pescar,” contesta Ethan, adiós al paseo por el centro de la ciudad que tenía planeado, pero esta noche ni creas que te me vas a escapar.
Al mal tiempo buena cara, así
que tomo el mando,
“Chicas a hacer compras, chicos
a cosas aburridas al aire libre.”
Así que tenemos un plan, Taylor
nos acompañará mientras hacemos nuestras compras y así no tendremos que
conducir nosotras ni preocuparnos por donde estacionar. Perfecto.
“Vamos,” le digo a Ana
tomándola de la mano para entrar en una de mis tiendas favoritas aquí en Aspen,
definitivamente tienen ropa preciosa. Después de una ojeada rápida veo en una
de las perchas un vestido plateado con el que seguramente Ana se verá preciosa
y sexy, justo lo que necesita esta noche para seducir a mi hermano.
“Este vestido te quedara
precioso Ana, toma pruébatelo,” le digo mientras le paso el vestido plateado.
“Ummm… es un poco corto.” Y que
pasa con que el vestido sea corto, es sexy.
“A Christian le encantará.” Ella se ve dudosa, tengo que darle un empujoncito.
“Ana, tienes piernas para
morirse, si vamos a una discoteca esta noche te verás sexy para tu esposo.” En
este caso el ‘si’ no existe, seguro vamos a ir a una discoteca esta noche, de
eso me encargo yo.
“Anda, ve a probártelo.” Le
digo antes de darle tiempo a que lo piense mejor, estoy comenzando a creer que
lo que me dijo Christian hace tiempo sobre que a Ana no le gusta hacer compras
es cierto, una chica a la que no le gustan las compras, este debería ser un
caso de estudio, ¿a que chica no le gustan las compras?
Por mi parte yo compro dos
faldas en esta tienda, y salimos con nuestras compras para dirigirnos a otros
locales, necesitamos comprar zapatos y accesorios, y yo necesito comprar una
blusa para una de las faldas que encontré.
Al llegar a casa Kate decide
que debemos premiarnos con unos daiquiris de fresa, me tomo uno con ellas y las
dejo mientras me voy a guardar las compras, quiero que esta noche todo sea
perfecto, he traído unas armas secretas que había comprado en Paris, así que
creo que si todo sale según lo tengo planeado la noche será todo un éxito.
Luego nos sentamos ante el
fuego y seguimos conversando alegremente, me alegra pasar tiempo a solas con
Ana y Kate, sobretodo porque no he tenido mucha oportunidad de conocer a Kate,
es la novia de Elliot y la hermana de Ethan y quiero conocerla mejor, no me
quiero quedar con la idea de la chica mandona que quiere que se hagan las cosas
siempre como ella quiere.
Luego los chicos vuelven, Ethan
está todo mojado, y se sacude el cabello enfrente de mí, lo que me hace reír,
él es sin duda el chico más encantador del mundo. Me cuenta que pasaron un buen
rato pescando con Christian, creo que se están haciendo buenos amigos, lo que
me alegra, tengo grandes planes con Ethan, y aunque quiero mucho a Elliot, sin
duda Christian y yo tenemos una relación muy especial y quiero que mi futuro
novio se lleve bien con él, es importante para mí.
Nos ponemos de acuerdo en ir a
cenar todos a las siete de la noche, hay un restaurante que recién reformado y
que tiene muy buenas críticas, así que hacia allá nos dirigimos.
Mientras cenamos confirmo mis
sospechas, Ethan y Christian se han hecho buenos amigos y conversan
animadamente, Ana y yo estamos casi en silencio observando cómo se mueve la
conversación, mientras Elliot está más ruidoso que de costumbre, haciendo muchas
bromas, es como si estuviese nervioso por algo; y Kate definitivamente se ve
desanimada, parece una lámpara a la que se le está acabando el aceite
lentamente, cada vez más apagada.
Al finalizar el postre Elliot sorprendentemente
se levanta y todos nos quedamos boquiabiertos, en especial Kate, cuando mi
hermano toma su mano y se arrodilla delante de ella.
“Mi hermosa Kate, te amo. Tu
gracia, belleza y fuerza de carácter no tienen igual, y has capturado mi
corazón. Pasa tu vida conmigo, cásate conmigo.”
Y todos nos quedamos helados
mientras Kate piensa en su respuesta, estoy sufriendo por mi hermano, ella se
queda callada simplemente mirándolo. Mierda,
¿será que le va a decir que no?
Todo el restaurante está
esperando junto con nosotros por la respuesta de Kate. Por favor Kate, dile que sí, mi pobre hermano no aguantaría una
negativa, dile que sí.
Y por fin la mujer se decide a
sacarlo de su miseria, una lagrima baja por su mejilla y ella le sonríe
mientras le dice, “Si.”
Y todo el restaurante estalla
en júbilo, todos aplauden, gritan, todos estamos felices. Elliot agradece con
una reverencia exagerada y luego se sienta, poniéndole el anillo en el dedo de
Kate. No lo dudo, salto de mi asiento a felicitarlo, mi hermano se va a casar,
mis dos hermanos encontraron a las chicas con las que quieren pasar el resto de
su vida, esto me hace aún más determinada, tengo que conseguir que Ethan se me
declare, ya se ha convertido en un asunto de vital importancia para mí. He
esperado demasiado tiempo por el chico ideal, ahora que lo encontré, no voy a
dejar que se me escape. Mia al ataque.
El anillo que Elliot le dio a
Kate es simplemente hermoso, tiene un estilo vintage de muy buen gusto,
definitivamente mis dos hermanos tienen muy buenos gustos al elegir las chicas
para casarse y buen gusto para elegir anillos de compromiso, cada quien en su
estilo y tan diferentes entre sí.
Y una vez más, levanto la
mirada y me encuentro a Ethan mirándome fijamente, y el mundo alrededor nuestro
desaparece. No me explico cómo tiene el poder de hacer que todo se desvanezca,
que nada más importe, solo él y yo.
Después de cenar decidimos ir a
Zax, el club más exclusivo de Aspen, tiene un ambiente increíble. Sin duda esta
noche estamos de fiesta. Tenemos que celebrar el compromiso de mi hermano y
Kate, y sin duda un trago o dos harán que Ethan se relaje y eso me facilitará
un poco más las cosas.
En cuanto nos dirigimos a
nuestra mesa, Ethan me toma del brazo y susurra en mi oído,
“Vamos a bailar Princesa, esa
canción me encanta.”
“Claro caballero, si me lo
pides tan amablemente como negarme, vamos a bailar.”
Cuando regresamos a la mesa ya
han ordenado más champagne y cervezas para los chicos. Ethan ya quería sentarse
un rato así que llamo a las chicas para que me acompañen a la pista de baile.
“Ethan tuvo suficiente por
ahora, Vamos chicas, vamos a azotar el suelo, hagan una pose, unas cuantos
movimientos y bajemos el mousse de chocolate.”
Nos dirigimos a la pista de baile
y comenzamos a bailar las tres juntas, por el rabillo del ojo veo que Ana
felicita a Kate nuevamente, me alegra por ellas, han sido las mejores amigas y
ahora van a ser cuñadas, y yo voy a tener dos hermanas, seremos las chicas
Grey, mejor aún que los tres mosqueteros.
De repente salgo de mi
ensoñación para ver un gigante peludo abrazando a Ana, ella no se ha dado
cuenta quien es, porque está feliz en sus brazos, Oh Dios mío, que mi hermano
no vea esto. Intento alertarla con la mirada, pero ella tiene los ojos
cerrados, pero en cuanto los abre le grita al atrevido,
“Quítame las manos de encima.”
“Vamos caramelito, solo algo de
diversión.” Contesta el irónicamente, me giro hacia la mesa para darme cuenta
que mis hermanos e Ethan lo han visto todo y se dirigen hacia nosotras. Oh Dios, que no se vaya a armar una pelea,
que Christian no vaya a armar una pelea, se supone que estamos celebrando.
Pero Ana toma el asunto en sus
manos, literalmente y le da una cachetada muy fuerte al grandullón. Qué buen
brazo tiene esa chica.
“Aléjate de mí, estoy casada
idiota.”
El hombre le sonríe con
suficiencia y me pongo a su lado para que vea que no está sola, así sea a
taconazos le daré a entender que con los Grey nadie se mete. Poco después llega
Christian, que está claramente furioso.
“Mantén tus jodidas manos
alejadas de mi esposa.”
“Ella puede cuidarse sola.”
Dice el rubio gorila mientras se soba la cara donde Ana lo golpeo, pero eso
enciende aún más la cólera de mi hermano y le da un puño en la cara, justo
donde Ana le dio. Mi hermano es muy fuerte, el hombre cae sin remedio y tiene
que ser auxiliado por sus amigos. Mientras Elliot toma a Christian del brazo
haciendo el intento de calmarlo.
Afortunadamente parece que
tiene éxito, pues Christian toma a Ana entre sus brazos y bailan juntos, muy
juntos. Kate y Elliot también hacen lo suyo y de nuevo mi príncipe azul me toma
entre sus brazos para seguir bailando.
Poco después Elliot nos avisa
que ellos se van a ir a casa, Ana parece estar cansada y los recién comprometidos
quieren festejar a solas, eso me da una muy buena oportunidad de estar a solas
con Ethan.
“¿Quieres que nosotros también
nos vayamos a casa?”
“No Princesa, la noche es joven
y tengo muchas ganas de seguir festejando contigo.”
“Elliot, nosotros nos vamos a
quedar un rato más, dile a Christian, podemos tomar un taxi.”
“Taylor vendrá a recogerlos más
tarde, te enviará un mensaje de texto.”
“Oh, está bien, gracias.
Diviértanse.” Le contesto y él no dice nada, solo me da una sonrisa lasciva y
se lo que quiere decir, el amor, el amor.
Ethan y yo bailamos un rato
más, después de un par de canciones, me toma entre sus brazos y me besa. Un
beso fuerte, como si estuviera reclamándome para si mismo, instantáneamente me
encuentro respondiéndole con el mismo fervor. Y ahí estamos en medio de la
gente abrazados besándonos, incapaces de despegarnos el uno del otro. Como
siempre debió haber sido.
“Vamos a sentarnos.” Me dice
después de un rato.
“Está bien.” Y pensé que quería
que habláramos, pero en cuanto nos sentamos vuelve a besarme. Abro mis labios
para dejar entrar su lengua. Todo es tan nuevo, pero a la vez se siente tan
suave, como si siempre lo hubiera hecho, como si siempre nos besáramos así.
Literalmente estoy jadeando, me está besando en la boca, pero sin duda puedo
sentir la corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Nos tenemos que ir a casa, ya!
Y en ese momento, como por arte
de magia, recibo el mensaje de texto de Taylor avisándome que ya está afuera
esperando por nosotros, para cuando decidamos irnos a casa.
“Es Taylor, nos está
esperando.”
“Vamos a casa Princesa,
necesito estar contigo a solas, ahora.”
Y no sé qué decir, Dios, he
esperado tanto este momento, que ahora me he quedado muda, sin saber qué decir
ni que hacer. Él me ofrece su mano y la tomo sin dudarlo, al levantarme me
rodea con sus brazos y acaricia mi espalda sosteniéndome fuertemente contra él,
siento todo su cuerpo junto al mío. Y su erección, sin duda él quiere estar
conmigo tanto como yo. Esto solo puede tener un final, y lo bueno es que ya nos
vamos a casa.
El corto trayecto a la casa se
me hace eterno, y vamos quietos y callados. Él tiene su brazo alrededor mío,
pero nada más, no me acaricia y no me besa. Creo que está pensando en que no
estamos solos, y Taylor es los ojos y oídos de mi hermano.
Pero en cuanto llegamos a la
casa todo lo que hemos estado guardándonos durante meses se desata. Somos todo
bocas, lenguas y manos, manos por todas partes. No puedo dejar de tocarlo, y él
no puede dejar de tocarme, caminamos tropezándonos por toda la sala y subimos
corriendo las escaleras con dirección a mi cuarto.
En cuanto cerramos la puerta
del cuarto él comienza a acariciarme y a desvestirme. Baja el cierre de mi
blusa con magistral habilidad, y luego la saca por encima de mi cabeza, le
sigue mi falda. Y ahí estoy enfrente de él vistiendo solo mi ropa interior y
mis zapatos de tacón. El me mira como un halcón, y luego se acerca a mí para
susurrarme al oído.
“¿Sabes cuantas veces he soñado
con esto? ¿Sabes cuantas veces me he tenido que aguantar las ganas de besarte y
tenerte entre mis brazos Mia?”
“Ethan yo pensé que no te
interesaba. Pensé que solo querías ser mi amigo y nada más.”
“Mia pensé que era obvio, no
puedo alejarme de ti, por más que lo he intentado no puedo, me tienes en tus
manos, haces de mi lo que tú quieres.”
Se inclina sobre mí y besa la
parte superior de uno de mis senos, bajando el tirante de mi sujetador, para
dejar mis pechos al descubierto, mientras
como uno entre sus labios mientras con sus manos recorre mi cintura y
luego mi espalda.
“Eres tan hermosa Mia, aún más
que en mis sueños. Mucho más.”
Y no podía responder nada, solo
mi respiración entre-cortada, mientras él seguía con su lenta excursión. Solo
arqueo mi espalda en respuesta. Esto es una tortura, una lenta y suave tortura,
siento que me voy a morir en sus brazos.
“Oh Ethan, por favor…”
El siguió atormentándome
lentamente, y de alguna manera consiguió quitarse la camisa y el pantalón. Nos
seguimos besando mientras nos dirigíamos a la cama. Él se detuvo un momento
para mirarme de pies a cabeza, como si no pudiera creer lo que sus ojos están
viendo, como si me fuera a desaparecer si cerraba los ojos.
Nos deslizamos sobre la cama y
nos seguimos acariciando, tocándonos intentando reconocer el cuerpo del otro,
sus caricias son tan suaves, siento como si sus manos fueran plumas volando
sobre mi cuerpo.
“Mia no puedo esperar a estar
dentro tuyo.”
Y de pronto se levanta, toma
mis bragas y me las quita. Se desliza sobre mí, penetrándome con una sola embestida,
me rodeó con sus brazos y su boca se quedó en la mía, y después comenzó a
moverse a un ritmo inclemente, justo como el ritmo de mi corazón. Siento que
estoy en el cielo, la sensación es indescriptible, es como si él estuviera en
todas partes, lo siento en todas partes. Me siento plena en sus brazos, no
quiero estar en ningún otro lugar.
No pasa mucho tiempo antes de
sentir que exploto en mil pedazos, como fuegos artificiales. Es la mejor
sensación del mundo. Bueno, dada mi corta experiencia. Antes de Ethan solo
había tenido relaciones con un chico, fue mi novio desde el bachillerato y
salimos por mucho tiempo, pero éramos unos niños en aquel entonces, la
experiencia fue totalmente distinta a lo que siento ahora. Entonces estuvo
bien, ahora lo que siento es simplemente indescriptible.
Nos quedamos abrazados en la
cama, disfrutando del delicioso cansancio de después de hacer el amor. Ethan me
acaricia suavemente la espalda mientras alzo mi cara para mirarlo, él se ve
feliz, extasiado. Me sonríe.
“¿Que tal estuvo Princesa?”
“¿Necesitas preguntármelo? Yo
pensé que había sido más que obvio que para mí fue fantástico.”
“Para mí también Mia, más de lo
que pudiera explicar. Me siento… me siento como si… No podría ponerlo en
palabras.”
Y me besa en los labios
suavemente, y de pronto no podemos resistirnos y nos besamos apasionadamente,
de tal forma que terminamos siendo uno nuevamente, como si nuestros cuerpos
necesitaran fundirse, porque nuestros corazones ya son uno solo.
Domingo 28 de agosto de
2011
Cuando me despierto estoy en
los brazos de Ethan, no dormimos juntos, dormimos muy juntos. No me quiero mover, quiero seguir aquí, este es mi
lugar, me siento en casa, mi lugar favorito en el mundo entero. Entre los
brazos de Ethan.
No tengo idea que hora es o si
los demás ya se han despertado, pero por la ventana se puede ver que ya ha
amanecido. El cielo se ve tan azul, hoy es un día maravilloso.
De pronto Ethan se despierta, y
le sonrió. Se ve simplemente hermoso, todo adormilado y con el cabello revuelto,
simplemente no me puedo resistir, me acerco para besarlo.
“Buenos días, ¿qué tal
dormiste?” Y noto una expresión en sus ojos que no me gusta nada, ¿qué es?
“Buenos días Mia. Tenemos que
hablar de lo que sucedió anoche.” Y súbitamente se sienta en la cama dándome la
espalda. Se vuelve tan frio, tan inaccesible. Como si quisiera levantar muros
entre nosotros. Siento que mi corazón se estremece y que estoy a punto de
escuchar algo que no me va a gustar, es más, algo que va a hacer que mi mundo
se estremezca, y no de buena manera.
“Mia lo que sucedió anoche entre nosotros fue un error, un
grave error. Algo que no debe volver a suceder. Nunca.”
“A que te refieres Ethan, no entiendo. Pensé que tú también
me querías.”
“Si te quiero Mia, pero no sé si de la forma que tú quieres
que te quiera o de la forma que tu mereces que te quiera. Mia yo no tengo nada que ofrecerte en este momento.”
“¿Ethan porque me dices esto? Anoche fue todo tan
maravilloso ente nosotros, y hoy eres una persona que no conozco, no sé dónde
me perdí, o donde te perdí.”
“Mia anoche ni siquiera utilizamos un jodido condón, tu
sabes las consecuencias que puede tener eso, no te quiero embarazar,
arruinarías tu vida.”
Y no puedo evitarlo, comienzo a llorar. Él se gira para
mirarme y su expresión es impasible, pero creo que en sus ojos hay algo
diferente.
“Ethan, si esa es toda tu preocupación, yo tomo regularmente
la píldora.”
“¿Por qué lo haces? ¿Tenías planeado que esto ocurriera?
Dime, ¿lo tenías planeado?”
“No Ethan, no lo tenía planeado, y tomo la píldora
regularmente desde que tenía catorce años, tengo periodos irregulares.” Bueno, si lo tenía planeado, pero no pensé
que terminaría de esta manera.
“Está bien, eso me tranquiliza, aun así, esto no debe volver
a ocurrir Mia, nunca.”
“No entiendo porque eres así conmigo, pensé, yo pensé que
tu… No puedes ver que me estas rompiendo el corazón Ethan.”
“Mia créeme que no es mi intención romper tu corazón, tu
eres una chica hermosa, dulce y alegre, y quiero que sigas siendo así. Pero
nuestra relación debe ser una amistad solamente, sin romance, sin besos, sin
sexo. Solo amigos Mia, es lo único que te puedo ofrecer.”
Y diciendo eso se levanta, toma su ropa, se viste
rápidamente y sale de la habitación, dejándome ahí sola y aturdida. Siento como
si un tren de carga hubiera pasado sobre mí. Que rápido cambian las cosas, hace
solo una hora me sentía como la chica más afortunada del mundo, ahora me siento
sin duda como la más miserable, miserable y con el corazón roto.
Estamos en Aspen con mis hermanos y las chicas, así que debo
arreglarme e intentar poner buena cara. No sé si tendré éxito, pero debo intentarlo,
la verdad no quiero que esto se convierta en un drama familiar. Christian es
capaz de golpear a Ethan hasta que tengan que recoger sus restos con pinzas, y
Elliot se acaba de comprometer con la hermana de él, así que no quiero ser la
nube negra que empañe su felicidad. Vamos
Mia, tu puedes, tu siempre puedes.
En la ducha me puedo desahogar, creo que lloro ríos, espero
que sea suficiente por ahora, necesito contenerme, necesito fingir que estoy
bien, necesito ponerle unas tiritas a mi corazón e intentar funcionar por el
día de hoy, solo el día de hoy, uno a la vez.
Al bajar a desayunar me encuentro con Kate que está
conversando con Ethan en la cocina, ambos están esperando por su desayuno.
Christian está hablando en el jardín con el señor Bentley, Elliot aún no ha
bajado y Ana se está terminando de arreglar.
Parece que Ethan no ha hablado con Kate de lo que ocurrió
anoche entre nosotros porque ella me sonríe pícaramente cuando me ve y me
pregunta,
“Bueno jovencitos, ¿qué tal lo pasaron anoche? No me di
cuenta a qué hora volvieron del club.”
“Bueno Kate, creo que tenías una celebración pendiente y por
eso no te diste cuenta,” le respondo intentando ocultar mi mal humor, lo que me
está siendo prácticamente imposible.
Me siento en el lado opuesto de la barra de donde está
sentado Ethan, intentando ni siquiera mirarlo. No sé cómo puede estar ahí
sentado tan tranquilo, como si nada estuviera pasando. Poco después baja Ana, y
Ethan la recibe tan contento como si nada.
“Ana Tyson, te superaste a ti misma.”
“Buenos días Sra. Grey, ¿qué le gustaría para el desayuno?”
le saluda la Sra. Bentley.
“Buenos días Sra. Bentley, lo que sea que esté preparando.
¿Dónde está Christian?”
“Fuera.” Le responde Kate y hace un gesto con la cabeza. Ana
camina hacia la ventana y se queda en silencio viendo a mi hermano.
“Ese con quien está hablando es el señor Bentley.” Le
informo a Ana, y le dirijo una mirada furiosa a Ethan.
“¿Qué estás haciendo?” Le pregunta Kate a Ana, que no es
obvio, está viendo a su marido, ¿porque te haces la tonta si cuando Elliot está
cerca tu tampoco le puedes quitar los ojos de encima?
“Te ha dado fuerte.” Dice bufando. Volvemos a lo mismo, un
burro diciéndole orejón al conejo.
“Y a ti no, futura cuñada.” Puf… Por fin alguien le dice la
verdad.
“Hermanas!” Contesta Kate sin ocultar su alegría, no puedo
evitarlo, pongo los ojos en blanco, ya cálmense, no. No todos estamos de humor
festivo el día de hoy.
Y me siento aun peor, yo también podría estar celebrando que
todas vamos a ser hermanas, pero aquí estoy con Ethan a menos de dos metros de
distancia y sintiéndome como una vil mierda.
Cuando los chicos por fin se dignan a reunirse con nosotros
decidimos almorzar al aire libre, aprovechando que la montaña queda tan cerca,
vamos a ir de caminata, así aprovecharemos el día.
Al medio día todos salimos a caminar, Elliot y Christian van
cargando nuestra comida, y los demás llevamos en nuestras mochilas agua y otras
bebidas.
Esto es peor que la tortura de la inquisición de la iglesia
católica, ¿quién con el corazón roto quiere salir con una pareja de recién
casados, una de recién comprometidos y el hombre que le rompió el corazón? No he llegado al masoquismo, aun conservo algo de cordura, así que no lo estoy
disfrutando en absoulto.
Afortunadamente he traído conmigo mi cámara fotográfica, así
que puedo alejarme un poco de toda la miel que van destilando los enamorados y
enfocarme en otra cosa. El paisaje es precioso, así que decido aprovechar y
hacer unas buenas tomas. Necesito con urgencia distraerme con algo, si no
siento que voy a llorar, y delante de mis hermanos, justo lo que quiero evitar.
Poco después de tomar nuestro almuerzo me alejo de nuevo
para seguir tomando fotos, solo que cuando me giro noto que ya no estoy sola.
Ethan está detrás de mí. ¿Qué puede querer ahora, regodearse de mi dolor?
“Mia tenemos que hablar.”
“Ethan por favor, creo que las cosas quedaron
suficientemente claras entre nosotros, no hay nada que decir.”
“Princesa entiéndeme, prefiero verte triste un solo día que
el resto de la vida tener que arrepentirme, estoy haciendo esto por ti. Por
favor, no seas así conmigo.”
“¿Qué quieres decir Ethan?, no entiendo.”
“Eso mismo Princesa, yo no soy el hombre que te puede hacer
feliz. No me puedo engañar y seguir adelante con esto. Perdóname por favor.”
“Ethan creo que estas pidiendo demasiado. Si lo que quieres
es que finja que no ha pasado nada y que todo está bien, te prometo que voy a
hacer mi mejor esfuerzo, sobre todo cuando estemos delante de mi familia, no
quiero que Elliot tenga problemas con Kate por nuestra culpa. Pero no me pidas
más.”
“Mia por favor perdóname, yo no quiero hacerte daño,
entiéndeme no me hagas esto más difícil, si tu no quieres volverme a ver o a
hablar está bien yo lo entiendo, pero es mejor que nuestra relación termine, yo no tengo nada que ofrecerte.”
“Ethan con esto me estás haciendo las cosas mucho más
difíciles, siento que estas echándome sal en la herida, por favor déjame sola.”
Mi voz es apenas un susurro ahogado, estoy intentando contener las lágrimas.
“Princesa te veo así y se me rompe el corazón, sé que vas a
querer llorar intentando entender porque estoy haciendo esto, pero créeme es lo
mejor para ti.”
“Ethan es suficiente, déjame sola por favor.”
Él se da la vuelta y se va por el mismo camino por donde
vino, eso quisiera hacer con mi corazón, regresarlo por el mismo camino por
donde andaba y sacarme a Ethan. Y aun me hace falta enfrentar un largo viaje de
regreso a casa.
Por fin estamos en el avión volando de regreso a casa, se me
han hecho interminables las horas. Lo peor de todo es lo sola que me siento.
Ana parece haberse dado cuenta de que algo me está ocurriendo porque me sonríe
como queriéndome preguntar algo. Pero no puedo hablar con ella, se lo contaría
a Christian y por ahí se haría el problema más grande, y es lo que no quiero.
Por fin llegamos, ahora solo me hace falta soportar la media
hora de camino entre Sea-Tac y Bellevue. En el coche todos vamos en silencio,
sin duda la caminata del día de hoy nos ha dejado cansados. Elliot se baja del
coche para ayudarme a llevar mi maleta y mi mochila a casa, pero sospecho que hay algo más.
“¿Hermanita está todo bien? Has estado inusualmente callada
el día de hoy.” Sin duda mi hermano me conoce demasiado bien.
“Si Elliot, no te preocupes, todo está bien, solo quiero
darme un buen baño y dormir, este viaje de fin de semana ha sido más pesado de
que lo que pensaba.”
“Ok, eso me tranquiliza, estaba preocupado por ti, ¿sabes que siempre voy a estar aquí para ti, verdad? ... El martes
vamos a cenar todos juntos, papá y mamá ya saben que Kate aceptó ser mi esposa,
pero queremos reunirnos más formalmente para celebrarlo, mamá quiere ofrecer
una cena para anunciar nuestro compromiso, me gustaría que la ayudaras con
eso.”
“Elliot ya sabes que no tienes ni que pedirlo, lo haré
encantada, igual que te ayudaré con las cosas de la boda todo lo que pueda,
estaría encantada de hacerlo, ya lo sabes hermano, estoy feliz por ti y quiero
que seas muy feliz en tu matrimonio, que dure para toda la vida.”
Mi hermano no puede ocultar su felicidad y me abraza fuerte,
ese abrazo me sienta tan bien, es justo lo que necesitaba. Me quedo en sus
brazos unos momentos disfrutando de su cercanía, definitivamente soy una chica
afortunada, tener gente que me quiere alrededor es reconfortante, aunque son
otros brazos los que quiero que me rodeen, por ahora es suficiente tener a
Elliot.
“Por favor saluda a mamá y papá, dile a mamá que mañana la
llamo por la mañana. Buenas noches Hermanita.”
“Buenas noches Elliot, gracias por traerme.”
“Ya sabes, chofer y hermano mayor, ese soy yo.”
Y riéndose se aleja para subirse de nuevo a su choche, y me
quedo viendo cómo se alejan, y como se aleja también mi corazón. No es cierto,
mi corazón se quedó en Aspen, y creo que ni volviendo allí lo podría recuperar.
Cierro la puerta para ir en busca de mis padres, que afortunadamente no están
en casa. La verdad no quiero dar explicaciones ahora, sin duda mi madre sabría
que me estoy sintiendo mal, y no quiero mentirle ni contarle la verdad.
Nunca pensé que se pudiera sentir tanto dolor y seguir viviendo,
me duele hasta respirar. Subo las escaleras hasta mi habitación y siento que
estoy cayendo en mi infierno personal.
No soy dueño de ninguno de los personajes de la
trilogía de "Cincuenta Sombras". Pertenecen a E L James. Estoy
simplemente tomando prestados los personajes para entretenimiento y no por
beneficio económico.
Con
agradecimiento a GP968 por su ayuda y apoyo para escribir este blog.
Mi
agradecimiento a GE Griffin por guiarme y permitir inspirarme en su maravilloso
trabajo. http://christiangreyspanish.blogspot.com/