Capítulo 8 - Sobreviviendo

El diario de Mia

Capítulo 8

Sobreviviendo

Sábado 10 de Septiembre de 2011

Aquí estoy junto a mis padres, Elliot, Kate, y el hombre que me sumió en mi propio infierno hace casi dos semanas, y al que he evitado desde entonces. Ethan ha intentado contactarme de todas formas posibles, a mi móvil, al teléfono de casa de mis padres, por correo electrónico, incluso me dejó una carta por debajo de la puerta, también me envió una maceta con un tulipán rosa y una nota. Pero aun así, no hemos hablado, esto es demasiado doloroso para mí, aun no puedo enfrentarlo, duele demasiado.

He estado centrando todo mi esfuerzo en organizar todo para comenzar con mi empresa de catering. Ha sido un momento agridulce, estoy feliz por comenzar esta aventura para la que he estado preparándome tan duro, estoy orgullosa porque mis hermanos y mi padre han estado apoyándome y brindándome sus consejos a lo largo de este camino que apenas empieza. También debo confesar que he estado muy agobiada con toda la seguridad que tenemos a nuestro alrededor, Christian nos ha puesto dos escoltas a cada uno y siguen mis pasos a donde quiera que voy. Incluso he tenido que dejar de conducir mi propio coche. Tengo que hablar con mi padre al respecto, porque no me gusta tener niñera.

Así, que a pesar de que he estado intentado evitar encontrarme con Ethan, no pude negarme a ir a Portland a festejar el cumpleaños de mi cuñada Ana, y realmente estoy feliz de venir, pienso solo en la felicidad que ella ha traído a la vida de mi hermano, así que por ella, y por el aquí estoy.

No sabía que era posible estar tan cerca y a la vez tan lejos. En el confinado espacio del helicóptero tengo la ‘gran suerte’ de que me tocara sentarme al lado de Ethan, así que aquí vamos, camino a Portland sentados uno al lado del otro.

“¿Princesa, como estas? Te ves un poco más delgada.”

“He estado ocupada, he estado trabajando mucho.”

“Si, lo sé, Elliot me conto que estas trabajando mucho en lo de tu empresa. He intentado contactarte, todo ha sido en vano, nunca me respondes.”

“Ethan este no es momento para hablar, por favor, mantengámonos en educado silencio.”

“Está bien, por ahora, pero no me puedes evitar por siempre, en Portland tendremos oportunidad de hablar.”

Afortunadamente se queda callado, en cuanto llegamos a Portland salgo pitando hacia el ascensor y luego directamente al coche que nos va a llevar al hotel. Una vez instalados en ‘The Heathman’ me dirijo a mi habitación para arreglarme, solo tenemos una hora, Christian quiere que estemos todos en el comedor privado que ha reservado para la fiesta de Ana antes de las 8:00 p.m. para que la sorprendamos. La pobre ha estado muy angustiada desde el accidente de su padrastro y ha sido muy dulce de parte de mi hermano de hacer algo especial para intentar animarla. Hasta mando su avión privado a traer a la madre de Ana y a su esposo desde Georgia.

Y aquí estamos, milagrosamente todos estuvimos listos a tiempo, porque conociendo la puntualidad militar con la que se maneja mi hermano, cinco minutos tarde y habría sido un desastre.

“Sorpresa!”

Gritamos todos al unísono cuando Ana entra de la mano de Christian en el saloncito, se ve preciosa con ese vestido azul oscuro que es realmente favorecedor. Creo que está un poco aturdida, y sorprendida sin duda, estoy completamente segura que no se esperaba esto.

El tiempo transcurre lentamente, pero por fin la fiesta llega a su final y nos dirigimos de nuevo a nuestras habitaciones. Christian reservo para todos junior suites, así que no estamos hospedados todos en el mismo piso. Poco antes de llegar al ascensor Kate me toma del codo,

“¿Mia podemos hablar un segundo a solas en tu habitación, por favor?”

“Claro Kate, tú dirás.”

En cuanto cierro la puerta detrás nuestro, ella empieza

“Creo que sabes de que quiero que hablemos.”

“No Kate, no tengo idea, ¿es de algo de la fiesta de compromiso?”

“No Mia, eso lo habríamos podido tratar con Grace presente, se trata de mi hermano.”

“Kate, creo que de ese tema no tenemos nada de qué hablar.”

“Yo creo que si Mia, se lo que paso entre ustedes en Aspen, y se también como terminaron las cosas. También sé que Ethan ha estado intentando contactarte. Él está muy triste Mia, creo que te extraña, pero no sabe cómo expresarlo.”

“No Kate, al contrario de lo que tu creas él fue muy claro conmigo, queremos cosas muy distintas de esta relación, y él no está dispuesto a darme lo que yo quiero, así que no tiene caso.”

“Mia él te quiere, estoy segura, dale una oportunidad, por favor. No me corresponde a mi explicarte sus razones, eso solo lo puede hacer el, pero solo te pido que no seas tan dura, por favor habla con él.”

“¿Dura? ¿Yo he sido dura con él? Perdóname Kate, pero yo lo único que he hecho es intentar protegerme, yo no soy el juguetito de tu hermano, para que el venga a acostarse conmigo cuando él quiera y a la mañana siguiente dejarme tirada como si nada, lo siento pero no, yo no soy un polvo ocasional, ni su muñequita inflable.”

“Mia, por favor, dale la oportunidad.”

“Kate te agradezco mucho tus buenas intenciones, de verdad, pero también te pido que no te metas más en este asunto, tú vas a ser mi cuñada, y no quiero que haya problemas entre nosotras, pero también él es tu hermano y sé que siempre estarás de su lado. Pero en este momento te pido que intentes por un momento ponerte en mi lugar y entiendas que no puedo volver a lo mismo. Por favor Kate, no quiero hablar del tema, y si eso es lo único que quieres hablar conmigo, estoy cansada y quisiera irme a dormir ahora.”

“Está bien Mia, si eso es lo que quieres respetare tu decisión. Pero piénsalo, sé que mi hermano no ha actuado de la mejor manera contigo, solo piénsalo, ojala pudieras darle la oportunidad de hablar.”

“No te prometo nada Kate, buenas noches.”

“Buenas noches Mia.”

Y así cierro la puerta del cuarto y otra vez vuelvo al principio, todos los muros que había estado levantando a mí alrededor intentando mantenerme inmune ante el dolor han sido derribados. Esta será una noche llena de lágrimas.

No sé cuánto tiempo ha pasado desde que Kate se fue y estoy en mi cama intentando dormir cuando escucho que tocan a mi puerta. Decir que estoy sorprendida es poco cuando abro y veo que quien está ahí de pie, es Ethan. Creo que tiene algunos tragos de más encima y viene con una botella de tequila en la mano.

“Mia tenemos que hablar, no puedes seguir evitándome.”

“No volvamos a lo mismo Ethan, yo no puedo, mejor dicho yo no quiero ser solo tu amiga, y tú no estás dispuesto a darme lo que yo quiero. Así que creo que todo está dicho entre los dos.”

“Mia no sabes cuánto desearía poder darte lo que tú necesitas, pero como darte algo que no tengo, ¿cómo podría hacerte feliz si yo mismo creo que no merezco hacerte feliz? Y mucho menos creo que puedo ser feliz Mia.”

“Es que eso es lo que no entiendo Ethan, ¿Por qué dices eso?”

“Mia no te puedo contar, sé que saldrías corriendo lo más lejos de mí que pudieras si conocieras toda mi historia. No puedo correr ese riesgo.”

“Lo que no entiendes Ethan, es que mientras no me cuentes que es lo que impide que estemos juntos yo no quiero estar cerca de ti, si no tienes el valor suficiente para enfrentar tus temores por mí, o dejarme acercarme a ti lo suficiente como para enfrentarlos juntos, no quiero estar cerca de ti, intentaré mantenerme lo más lejos posible de ti.”

“¿No me has extrañado? ¿No me has extrañado ni siquiera un poco?”

“Ethan si me estás diciendo todas estas cosas porque quieres volver a acostarte conmigo estas perdiendo el tiempo.”

“No Mia, no me atrevería, aunque tengo que admitir que fue el mejor sexo que he tenido, no he extrañado solo eso. Extraño también a mi amiga, a la chica que alegra mi vida, extraño hablar contigo de mis cosas, que me cuentes las tuyas, he extrañado el ir a verte todas las noches, mis días se pasaban lento esperando que fuera hora de ir a verte, ahora pasan sin ninguna gracia, un día igual al anterior, porque ya no tengo la ilusión de ir a verte en la noche. Sin ti mi vida es aburrida Mia.”

“Ethan eres tu quien me quiere mantener alejada de ti, lo siento Ethan, pero estas pidiendo demasiado para lo que me quieres dar. Por favor vete a tu habitación y déjame descansar, quiero dormir.”

“No Mia, de aquí no me voy hasta que aceptes que quieres volver a ser mi amiga, no puedo estar más tiempo alejado de ti, no quiero estar alejado de ti.”

Y diciendo esto se sienta en uno de los sillones de la suite, dejando claras sus intenciones, así que sin poder hacer más nada creo que lo mejor es ignorarlo, a ver si se aburre y se va.

“Ethan ya me voy a ir a la cama, por favor vete.”

“Pues me tendrás que sacar a rastras porque de aquí no me voy.”

“Ok, como quieras, aquí te quedas, yo me voy a dormir.”

Así que me voy a la cama y apago las luces, se siente rarísimo estar en la misma habitación con Ethan y estar así. Poco después siento como él se mete en la cama conmigo,

“No es lo que piensas Princesa, solo quiero sentirte.”

Y no dice más nada, solo se acuesta ahí al lado mío y me abraza, y en el calor de su abrazo caigo en un sueño profundo, por fin, después de dos semanas de no poder dormir.

Domingo 11 de Septiembre de 2011

Me levanto sintiéndome descansada y relajada, solo que ahora estoy sola en la cama, no hay señal de Ethan por ninguna parte. Y volvemos a donde estábamos, cuando creo que hemos dado un paso hacia adelante, retrocedemos dos. Creo que por el bien de mi salud mental debería intentar dejarlo atrás y seguir con mi vida. Ethan es tóxico para mí. 

De nuevo nos reunimos todos en el desayuno, en el mismo comedor privado en que cenamos anoche, Ana abre sus regalos y después de una cariñosa despedida nos dirigimos al helipuerto para volar de regreso a Seattle.

Afortunadamente Ethan no se me acerca y ahora voy sentada al lado de mi madre, así que ha sido un viaje mucho más relajado que el anterior. Llegando a Seattle voy a aprovechar el buen humor de mi padre, quiero hablar con él, quiero pedirle que aligeren la seguridad a mi alrededor, no puedo ir con dos gorilas a todas partes, simplemente así no soy yo, ni siquiera puedo hablar con mis amigas tranquilamente o ir al gimnasio, siempre están ahí siguiéndome y es asfixiante. Ojala Carrick Grey quiera complacerme esta vez.

Jueves 15 de Septiembre de 2011

Feliz de retomar mi vida diaria, después de que mi padre accedió, aun en contra de los deseos de Christian en aligerar la seguridad a mi alrededor, decido ir al gimnasio, quiero volver a donde lo deje, el ejercicio físico me va a ayudar a mejorar mi dieta, he estado bajando de peso y sin duda también a dormir mejor, desde la noche que pase con Ethan en el hotel en Portland no he vuelto a dormir más que unas cuantas horas, y yo necesito mi sueño de belleza. 

 

Pero cuando voy saliendo del gimnasio una mujer que no había visto nunca me aborda.

“Mia si quieres seguir con vida más te vale que hagas lo que yo digo.”

“No entiendo, ¿de qué se trata todo esto?”

“Aquí las preguntas y las ordenes las doy yo, así que calladita vas a hacer todo lo que yo te diga.”

Y veo que la mujer lleva un arma en el bolsillo de su sudadera, así que sin dudarlo hago lo que me pide. Oh Dios, por favor protégeme, estoy tan asustada, creo que fue un error no haber seguido las indicaciones de Christian.

Llegamos al estacionamiento y me guía hasta una camioneta negra con los vidrios polarizados, abre la puerta de atrás y ata mis manos en la espalda con cinta adhesiva, lo mismo hace con mis tobillos y por ultimo pone algo más de cinta sobre mi boca. Cuando pienso que eso es todo pone una bufanda de lana alrededor de mis ojos, y me empuja, así que estoy atada, tumbada y a merced de esta mujer, que no sé quién es, y no sé qué quiere. Solo espero salir de esta con vida.

Conduce no sé por cuánto tiempo, escucho que le dice a alguien por el teléfono que ya tiene el regalo que prometió y que lo vera pronto. Poco después nos detenemos y abren la puerta que está más cerca de mi cabeza. Me recibe un hombre que tampoco había visto antes vestido en un traje mal ajustado.

“Veamos que tenemos aquí… si es la princesita de los Grey… tú me vas a ayudar a conseguir que tu hermanito me pague lo que me debe.”

No entiendo a que se refiere este hombre, pero no puedo preguntarle nada, aun tengo la cinta adhesiva alrededor de mi boca, así que solo puedo abrir los ojos e intentar hacer algunos ruidos. El hombre me jala del cabello para sacarme del coche y me conduce a través de unos edificios de ladrillo que parecen estar medio abandonados, cuando llegamos al final del pasillo subimos unas escaleras y luego abre una puerta y me empuja adentro.

La mujer que me abordó en el gimnasio viene caminando detrás de nosotros.

“¿Dónde está su bolso? Necesito su teléfono móvil para hacer la llamada.”

¿Qué llamada, a quién? Ella le entrega mi bolso y el tira todo el contenido al suelo, poco después toma mi teléfono y antes de que darme cuenta pone una gasa con algo sobre mi nariz y boca y me pierdo… todo se convierte en una borrosa imagen cada vez más lejana… todo se aleja… se aleja…

Descarga aqui 

No soy dueño de ninguno de los personajes de la trilogía de "Cincuenta Sombras".  Pertenecen a E L James. Estoy simplemente tomando prestados los personajes para entretenimiento y no por beneficio económico.

Con agradecimiento a GP968 por su ayuda y apoyo para escribir este blog.

Mi agradecimiento a GE Griffin por guiarme y permitir inspirarme en su maravilloso trabajo.  http://christiangreyspanish.blogspot.com/